domingo, 22 de agosto de 2010

21-08-2010 La vuelta a las dos islas y el bautismo de Luciano

Con mi hermano (Luciano) nos levantamos a las 8:30 hs. para ir cargando todos los bártulos y los kayaks en el auto en el auto, que previamente habiamos acomodado el día anterior, nos encontramos en el club a las 9:30 hs. horario que habiamos pactado con los demás. Fuimos los primeros en llegar, luego cayo Diego, al rato Gustavo y por ultimo Guillermo y Marcelo. La travesía del día seria circunnavegar las dos islas, la Santiago y la Paulino. Esta seria la primer travesía de mi hermano, por ser su bautismo el tipo se porto como un duque.

Entre charlas y jodas, a las 10:20 hs. ya estábamos todos en el agua, el río estaba re bajo y todavía seguíamos viendo peces muertos como en los fines de semanas anteriores. Al llegar a las cuatro bocas nos encontramos con un barco que estaba ingresando al puerto de La Plata, en ese lugar hacen las maniobras correspondientes para ingresar al barco de popa.

A las 11:50 hs. salimos al Río de La Plata por la llamada canaleta, al estar el río tan bajo tuvimos que acarrear los kayaks unos 150 metros. Gustavo el gran pescador aprovecho que habían quedados varadas algunas mojarritas y las agarro para luego usar de carnadas en sus salidas de pesca, sobre la playa se seguían viendo los peces muertos que en su gran mayoría eran sabalitos y bagres.

El río se presentaba muy tranquilo, no había olas tan grandes y el viento era muy leve que soplaba del NO, el ritmo de remada que llevábamos era de unos 6 km/h. A eso de las 12:45 hs, nos encontrábamos pasando por debajo del espigón de la toma de agua de la base naval, ya estábamos cambiando el rumbo para pasar el espigón de la Isla Paulino cuando notamos que Guillermo y Marcelo enfilaron derecho para el canal de acceso, ahí nos dimos cuenta que no querían pasar por los malecones, Gustavo fue a tratar de convencerlos pero no puedo así que el siguió por ellos, quedamos en encontrarnos en la playa de Palo Blanco.

Diego mi hermano y yo, seguimos con nuestro rumbo, como era la primera vez que mi hermano estaba por estos lugares, le fuimos explicando de como tenia que hacer para pasar por los malecones, nos formamos en fila india adelante Diego, lo seguía mi hermano y ultimo yo, entre tanta explicaciones que le dimos, cuando nos quisimos acordar, ya estábamos sobre el canal de acceso “tanto quilombo para esto” fue la frase que tiro mi hermano, jaja. Luego teníamos que pasar el segundo malecón el del lado sur. Este malecón es el mas complicado porque comienza cuando finaliza el espigón de la isla y en este es donde se forman remolinos cuando sube o baja la marea, nos adentramos mas sobre el Río de La Plata, para no pasar cerca del espigón y luego realizamos el cruce, que por suerte no hubo ningún problema. Una vez cruzado estábamos todos mas tranquilos, las olas las teníamos de popa, o sea que nos ayudaba en la remada, ya estábamos a unos 4.5 km de la playa de Palo Blanco. Luciano venia medio lerdo, así que cada tanto lo esperábamos para darle un poco de aliento.

Al tiempo que se dividió el grupo (antes de pasar los malecones) Diego me comenta que la comida la tenia Marcelo en el kayak y Diego llevaba el anafe, así que nadie podía degustar los sanguchitos de lomo con salsa portuguesa que íbamos a tener como almuerzo.

Llegamos al destino a las 13:55 hs., debido a la bajante tuvimos que dejar los kayaks a unos 200 metros.

Por suerte yo tenia en los tambuchos barritas de cereales, galletitas dulces, caramelos y algunas frutas, y también por las dudas lleve una pava y un botella de agua demás. Ese rejunte de cosas fue nuestro ansiado almuerzo. A los 20 minutos de haber parado lo llamo a Gustavo para consultar por donde estaban, ellos habían parado a picar algo en el ex Yatch Club de La Plata y también estaban como nosotros, salvo que Gustavo había llevado un salamín de jabalí y también tenían otras cositas para picar. Como a los 45 minutos nos comunicamos de nuevo y nos comentaron que no podían pasar por el canal del terraplén porque por la bajante casi no se podía navegar y además había un olor a podrido tremendo, ellos se volvían al club, y nosotros nos dirigimos hasta la desembocadura de ese canal para ver como estaba la situación.

Remamos unos 1,5 km y dimos con la desembocadura que para llegar tuvimos que acarrear unos metros los kayak para poder llegar, en la desembocadura teníamos agua suficiente para poder remar sin mayores dificultades, luego la cosa nos iba a cambiar, el agua se fue poniendo cada vez mas olorosa y negra, era como remar en una zanja, ya no tenia casi agua, y en algunos lugares tocábamos el fondo, hasta que en una curva nos encontramos con el arroyo tapiado por unos yuyos que no nos quedo otra que pasarlos por arriba, este recorrido fue de unos 1,5 km entre el barro. Luego vino el alivio y pudimos continuar sin inconvenientes hasta la llegada al club que fue a las 17:35 hs. El total del recorrido fue de unos 26.5 km.

(ver fotos).