lunes, 12 de julio de 2010

09 y 10 - 07-2010 Travesia solidaria del CNRBE

Bue, voy a empezar a escribir este relato, se que algunos lo están esperando, sobre todo mis amigos de travesías.

Partimos el día Jueves 8 de Julio, con rumbo al CRNBE en donde se iba a realizar la 3era travesía solidaria, la cual cuenta, aparte del encuentro de kayakistas, en ir entregando ropa a las distintas familias que viven en las islas del Delta.

Los integrantes de Berisso que concurrimos a esta travesía fueron: Gustavo, Diego, Claudio, Guillermo, José y quien escribe (Matías). Partimos todos de la casa de Gustavo menos José, que lo levantamos en el peaje de Hudson ya que el vive por esa zona. El horario de salida (entre pito y flauta) fue a las 19:30 hs. luego de un intento fallido (a los 600 metros Gustavo se acordó que se había olvidado de cargar la rueda de auxilio del trailer y tuvimos que volver por su búsqueda).

Una vez en la ruta y luego de haberlo levantado a José, nos encontramos con el primer contratiempo, en la autopista Bs. As. – La plata justo encima del riachuelo, una traffic había volcado lo que nos demoro un poco nuestro viaje, luego en la autopista 25 de Mayo también sufrimos cierta demora por el congestionamiento que había.

A las 21 hs. Lo llamo a Pablo Guzmán (el organizador de esta evento) para informarle nuestra posición, la idea era llegar tipo 22:30 hs. para la cena que consistía en unos pechitos de cerdo. La hora de llegada no fue la que deseamos, luego de llegar a la ruta que nos conducía al CRNBE nos pasamos de largo y realizamos un kilómetro de mas, (tenemos 3 GPS y nos venimos a perder, repetía una y otra vez Gustavo). Aparecimos alrededor de las 23 hs. al club. Cuando me acerco a Pablo la cara y la gente lo decía todo SE MORFARON TODO!!!!!! Jajaja, pobre Pablo no sabia como dar las explicaciones, nos dijo que vayamos a la costanera que por ahí encontrábamos algún puesto para comer, pero lamentablemente estaba todo cerrado. Luego de dar una vuelta por la costanera, volvimos al club y nos quedamos cenando dentro del motorhome, Gustavo tenía algunas latas de sardinas, atún y otras cosas, hicimos una breve picada dentro de la casilla.

Al rato se acerca Lucas Sosa (que cuando fui al quincho del club, le estaba dando como rengo a la muleta a un lemon pie que había preparado la señora de Pablo, jaja) lo presento con toda la banda de Berisso y nos quedamos charlando acerca de su viaje hasta el club, el se vino remando desde el Tigre hasta Escobar ese Jueves. Luego me encuentro con el cabezón (gurí) Alejandro Farias, que estaba hablando con Sebastián Giquiardo (un integrante del grupo PuntaKayak de La Plata), me presento y nos pusimos a charlar como si fuéramos viejos amigos.

La noche caía y nos fuimos a dormir, ya que al otro día teníamos que levantarnos temprano para arrancar la travesía. En la casilla ya se habían formado las parejitas para dormir, José con Diego, Guillermo con Claudio, y Gustavo conmigo. Acá ya empezaron las primeras risas de la noche, a falta de almohada Claudio y Guille decidieron dormir sobre la pierna ortopédica de Claudio (si señoras y señores, leyeron bien jajaja). Guille se sentía medio incomodo, ya que un tornillo de la misma le apoyaba sobre la sien.

El sol empezó a asomar y nos levantamos para desayunar, luego tuvimos que llevar los kayaks y los bártulos hasta la cancha de volley donde todos esperaban para bajar al río. A las 9:15 hs. ya estábamos todos los kayakistas en el agua, listos para arrancar con la travesía, casi toda la caravana entro al arroyos las piedras, digo “casi toda” porque Gustavo había encarado directamente por el Paraná de Las Palmas, no se este muchacho donde pretendía ir.

Seguimos este arroyo por un trayecto de 10 Km, hasta el cruce con el Río Carabelas grande, este recorrido lo hicimos en 1:40 hs. Realizamos una parada de reagrupamiento y algunos aprovechamos para comer algunas barras de cereales e hidratarnos un poco. Luego el recorrido siguió sin ningún altercado. En el próximo punto de reagrupamiento, a las 12:40 hs. me doy cuenta que mi pala Yamana de madera estaba averiada, menos mal que llevaba la otra pala de tormenta de repuesto, así que aproveche y realice el cambio, dejándole la pala averiada al gomon de prefectura que nos iba escoltando y también era el encargado de darle las donaciones a la gente de la isla.

A las 13:40 hs. realizamos la parada obligatoria para almorzar, algunos bajaron sobre la margen derecha otros, en el caso nuestro lo hicimos sobre la izquierda, creo que la mayoría decidió por esta última margen, ya que sobre la misma se encontraba una playita y esto realizaba más fácil el desembarco.

Nuestro almuerzo fue una mezcla de cosas, entre ellas, arroz blanco, huevo duro, atún, lentejas y jardinera. Otros optaron por otro tipo de almuerzos, algunos llevaron unos bifes para hacer al disco, otros sopas instantáneas, “El cabezón” se trajo un gran salamin que compartió con la India que también había llevado un queso de campo y pan casero, algunos aprovecharon esta ocasión y se prendieron a la gran picada, decir que me encontraba lejos que sino yo también era uno de los buitres, jaja.

A José lo veíamos medio preocupado, luego nos enteramos que lo estaba molestando una hernia que hace rato la tenia y le venia esquivando a la operación, eso nos preocupo un poco porque lo veíamos medio dolorido, pero el opto por seguir.

A las 15:15, ya estábamos todos nuevamente en el agua con la panza llena, para continuar con la remada.

Entre la remada algunos tenían ganas de correr un rato, entre ellos Iván Carrieri con su Franky y Walter Del Grecco con su respectivo Yacaré, el que la paso mal de los dos fue Iván que al parecer metió mal la pala en el agua y se dio vuelta, el agua estaba helada por lo tanto el estaba desesperado por subirse a su kayak.

45 minutos mas tarde se produce otro vuelco, esta vez no fue Iván, sino mi amigo personal Gustavo, que al verlo en otras ocasiones a Cesar Colombo que iba succionado por el gomon de prefectura sin que el remara, éste quiso hacer lo mismo, la escena fue mas o menos la siguiente: Íbamos sobre la margen derecha, en una hilera, yo quede sobre la parte interna del río, Gustavo me avisa “Matías adelántate que me voy a chupar al gomon”, dicho y echo, el gomon lo chupo y lo termino volcando, lo asistieron entre otros el Capitán Burbuja y Walter.

La tarde estaba comenzando a caer y a eso de las 17:10 hs. ya llegamos a nuestro destino, el camping Blondeau. Comenzamos a acomodar los kayaks debajo de unos pinos, nos cambiamos la ropa, y nos pusimos a armar el campamento debajo de uno de los arcos de la cancha de fútbol. Gustavo aprovecho los últimos rayos de sol para poder secar su ropa y luego nos fuimos hacia un quincho abierto para comenzar con la picada porque el hambre se estaba haciendo notar. En el mismo quincho se había preparado el fuego para asar los chorizos que serian nuestra cena.

Después de arrasar con la picada, nos dirigimos hacia el teatro, en donde todos los kayakistas nos juntamos para cenar. Entre la espera de los tan ansiados choripanes, Diego empezó a preparar una salsa criolla para condimentar a estos, con Claudio nos fuimos hacia el bar y también almacén de ramos generales, para comprar unas gaseosas, ya que las botellas de vino que habíamos llevado empezaron a escasear. En el almacén nos encontramos con algunos que aprovecharon las mesas para juntarse y tomarse algunas cervezas, entre ellos estaban, Iván y Andrés, los chicos de Rosario, en otra se encontraban el cabezón Farias, la india y un par de gente mas.

De nuevo en el teatro algunos ya habían preparado otras picadas, otros tomaban mates, algunos charlaban y otro por que no se pegaron una linda siesta, los choripanes se hacían desear, pero en el momento menos pensado apareció Clarita con una fuente repleta y la gente se abalanzó sobre ella, jaja, ese era el momento oportuno para descorchar la ultima botella de tinto que teníamos, estaba tan bueno que no duro demasiado. El chori con esa salsa estaba espectacular, tal es así, que Claudio se comió como cuatro.

Luego de la cena me fui a la carpa para dormir, algunos se quedaron y pudieron ser testigos de unos sorteos y también de una guitarreada.

Mientras tanto Guillermo y yo tratábamos de dormir, pero la siesta no fue tan placentera debido a que uno de los colchones estaba pinchado y pasamos toda la noche con la espalda apoyada sobre el suelo de la carpa. El que no tuvo muchos problemas fue Gustavo porque tenia una bolsa de dormir bastante abrigada, aprovechando esa ocasión y debido a que estaba al lado mío no me quedo otra que “hacerle cucharita” para poder abrigarme un poco, jajaja.

Nos levantamos alrededor de las 6:30 hs. al salir de la carpa nos dimos cuenta que por la noche había caído una helada, la cancha de fútbol amaneció cubierta por una capa blanca, por la zona se podía apreciar una niebla un poco densa que luego, al aparecer los primeros rayos de sol fue desapareciendo. Nos pusimos debajo de un quincho para preparar el desayuno ese quincho lo compartimos con Lucas, Sabina, Iván, Andrés, el capitán burbuja y su hija entre otros. Algunos aprovecharon la niebla y la salida del sol, para sacar unas fotos, otros todavía se estaban levantando.

Cuando ya la niebla había desaparecido, la mayoría empezó a desarmar las carpas y guardar todos los bártulos en sus respectivos kayaks, Pablo, el organizador, llamo a todos para informar como se iba a ser el regreso, mis compañeros pensando que yo iba a estar en esa reunión no le prestaron importancia, y yo que estaba guardando todo en la carpa tampoco le di importancia a la reunión pensando que ellos si habían asistido, en definitiva, ninguno de nosotros se entero de que se hablo en dicha reunión.

A las 10:10 hs, ya estábamos todos en el agua para emprender el regreso. Hicimos unos 2,5 km por el canal Alem hasta empalmar por el arroyo canalizado, al cabo de unos 6,5 km de recorrido por este canal, tuvimos que detenernos porque una balsa estaba cruzando al otro margen del canal a unos autos, fue una linda sorpresa para la mayoría debido a que este tipos de cosas no es muy común verlas por los ríos, la sorpresa para muchos también fue que esas balsas son propulsadas por motores eléctricos.

Aproximadamente a las 12:30 hs. Hicimos la parada obligatoria para el almuerzo, nuestra parada fue del lado contrario donde paro la mayoría “que raro nosotros siempre dando la nota”, bajamos en un tipo de islita que se encontraba en el canal. El almuerzo fue muy similar al anterior, pero esta vez el arroz y el huevo duro fueron reemplazados por algún resto de salamin y queso que había sobrado de la picada de la noche. Cuando todavía nadie había abordados los kayaks, salvo la india que no se había bajado de este, Lucas tiro su kayak al agua y empezó a despedirse de todos, su destino no era el CRNBE como era el de todos, sino que el tenia que llegar hasta el Tigre de donde había partido originariamente.

Luego del almuerzo y de un breve descanso, siendo las 13:40 hs. abandonamos el lugar. La remada por estos arroyos siempre la tuvimos a favor, por la motivo fue mas que tranquila y sin tener inconvenientes algunos, el paisaje se presentaba por momentos muy monótono, debido a que había plantaciones de árboles a ambas márgenes de los arroyos. A las 14:55 hs. ya no encontrábamos en la desembocadura de este arroyo para seguir viaje por el río Paraná de Las Palmas, luego de un breve descanso y reagrupamiento de la flota, encaramos la remada, este río nos fue a todos como unas cinta transportadora hacia el club, debido a que íbamos a una velocidad que por momentos marcaba los 13 km/h. A las 16:05 ya estábamos todos en el club, algunos brindando, otros sacando fotos, y otros medios agotados. Luego del desembarco fuimos llevando de a poco las embarcaciones y los bártulos hasta el lugar donde teníamos el motorhome, que estaba casi en la entrada al club. Mientras se ataban los kayaks al trailer algunos aprovecharon para ir a darse una relajante ducha, luego de tener todo atado y guardado vino la pregunta de rigor, Que hacemos nos quedamos hasta el otro día o nos rajamos???, como todavía el sol no había caído y Gustavo (el conductor) no se sentía cansado decidimos volvernos pa los pagos. Dejamos a José en la autopista La Plata- Bs. As. Mas precisamente en el peaje de Hudson, donde lo esperaba su mujer y sus hijos y seguimos nuestro viaje hacia Berisso, como teníamos hambre, paramos en la entrada a nuestra ciudad a comer una muy buena parrillada y contar distintas historias y anécdotas que nos pasaron es esta travesía.

Luego de la cena con postre y sobremesa incluida llegamos a la casa de Gustavo donde dejamos todas las cosas incluida las embarcaciones que al otro día fuimos a buscar.

PROMETEMOS VOLVER EL AÑO QUE VIENE!!!!!

(Ver las fotos).